
Comenzamos con Hans Holbein y los retratos de corte, donde los dorados, las sedas y las riquezas atrapan todo el protagonismo. Seguimos por El Barroco donde queda reflejada la influencia de Van Dick. A finales del s. XVIII el arte se vuelve más social y satírico, dando paso a temáticas más populares y a otras técnicas como la ilustración y la caricatura.
Paralelamente el paisaje tiene su propia evolución dentro de la pintura británica. Se mueve entre lo pintoresco ( más tradicional) y lo sobrecogedor de la naturaleza que representa Turner; esto último inducido en gran medida por el ensayo de estética de Edmund Burke Indagación filosófica acerca de lo sublime y de lo bello.
A finales del S.XIX, con la era victoria, el impulso del arte, y por tanto de instituciones y escuelas de arte, se impone un arte academicista y naturalista, que causará conflictos entre los artistas con otras ideologías.
Contra estas tendencias puramente estéticas, se abre paso un arte que habla de la sociedad industrial, la ciudad y la modernidad. Estas vanguardias sufren un parón con el estallido de la IGM, pero poco a poco se enganchan al movimiento internacional de la mano de Henry Moore o Ben Nicholson.


Para representar este cambio que estaba sucediendo, finalizamos con el enorme collage, realizado con múltiples elementos que se disponen para formar la silueta de la isla, Gran Bretaña vista desde el norte de Tony Cragg
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